
Este pasaje nace como consecuencia de la apertura de la Avenida de Mayo (inaugurada el 8/7/1894). Su altura es Av. de Mayo 560, a continuación del Cabildo, y la edificación original de 1878, que con el trazo de la avenida debió ser modificada.
El edificio era propiedad y residencia de Don Angel Roverano. Inicialmente tenía dos plantas con actividades bien diferenciadas. En el nivel inferior funcionaba una galería con locales destinados, en su mayor parte, a servir de estudio a escribanos y abogados, dada su vecindad con los Tribunales, en esa época situados en el Cabildo. La planta alta estaba destinada a viviendas.
Realizada la apertura de la Av. de Mayo , el edificio quedó sin fachada sobre el nuevo boulevard, hasta que en 1912 comienza la remodelación, obra del arquitecto Eugenio Gantner, que termina en 1918. La transformación fue importante: la planta baja quedó convertida en un pasaje, se le agregaron tres subsuelos y seis pisos. En total la superficie cubierta es de 6.250 m2, la del lote 748 m2. Las medidas de sus frentes son: 17,20 metros sobre Av. de Mayo y 16,20 metros sobre H. Yrigoyen.
La galería o pasaje, que desemboca en la calle Hipólito Yrigoyen, está comunicada, mediante una curiosa entrada con la Estación Perú del Subte A. Esta unión entre el edificio de Sr. Roverano y la estación de la Cía. de Tramways Anglo-Americana data de 1915.
El Roverano fue construido con materiales importados y una excelente mano de obra, como todavía se puede observar en sus vitrales, sus vidrieras curvas y las originales carpinterías de bronce de los locales del pasaje, en que una media caña estriada se enriquece con cintas y hojas de laurel, aún conservados. Texto extraído de:
http://www.viajoporargentina.com/capital/pop_ups/pasaje_roverano.htm
Fotos:Fabio Perlin
Toda la herrería artística fue realizada por los Talleres Metalúrgicos Vasena.
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