Después que la llamada Generación del 80, haya realizado un "parricidio arquitectónico" de los vestigios del "viejo orden colonial" de la Madre Patria, y transformó a Buenos Aires de una aldea en una Metrópolis de aires anglo-franco-ítalo-germanos, hubo hacia 1930, una revalorización de esa arquitectura demolida, un movimiento encabezado por arquitectos argentinos como Martín Noel, Angel Francico Guido, José Serra Lima, Antonio Bilbao La Vieja, Luis Dates, Héctor Morelli y extranjeros como Angel Pascual, George Camus y Johannes Kronfuss.
Qué no solo volvieron crearon el estilo Neo-colonial, sino que además, en el caso de Kronfuss, (si, un húngaro) restaurando el Colonial "real", que sobrevivía allende Córdoba, hasta Salta, y documentándolo como nadie.
El Neo-colonial se hizo fuerte en estancias (irónicamente pagado por la generación siguiente a los terratenientes de los albores del Siglo XXque llenaron de palacios centro europeos la llanura pampeana), estaciones de trenes, en las delegaciones municipales que sembró Francisco Salamone en la Provincia de Buenos Aires.
Volvieron las tejas (ya no "musleras"), los aljibes, los alfeízares, las galerías y miradores, las rejas embutidas y las paredes blanqueadas. La novedad de lo viejo. Pero sin adobe.
Uriboros arquítectónicos.
Por eso no sorprendió que en 1933-4 se haya encargado a Noel y Escasany esta exposición efímera, esta recreación de la Buenos Aires de 1830, que había sido ninguneada por décadas.
Es éste un impactante documento de la revista CACYA.
La intención fue mostrar, con los últimos avances industriales, el contraste de esa Buenos Aires, aldeana, pueblerina, periférica hasta la desesperación.
Si bien Martín Noel, nació en Argentina y produjo obras de corte neocolonial, fue sumado a éste catálogo por ser graduado en la École Speciale de Architecture de París en 1909 y perfeccionarse posteriormente en ateliers de profesores en la École de Beaux Arts de la capital francesa.
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