En nuestras investigaciones descubrimos que Joaquín Mariano
Belgrano había realizado una fachada sobre Avenida de Mayo para G. Soler. Al
haber fallecido allá por 1901, concluimos que debería haber sido de los
primeros edificios terminados. Cuando se planeó la apertura de la Gran Avenida,
se realizó el catastro de aquellas manzanas que se verían afectadas y de sus
respectivos dueños. De ahí, obtuvimos que Gregorio Soler era el propietario de
una construcción de dos plantas sobre la calle Victoria, hoy Hipólito Yrigoyen,
por cuyos fondos pasaría la nueva Avenida.
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